Maldito y querido MP3
Gracias a la posibilidad de ajustar la calidad de la compresión, este formato se popularizó notablemente desde los 90 hasta hoy en día, vía Internet y piratería en todas sus formas. El tamaño que se puede lograr al comprimir un tema musical o cualquier archivo de sonido en este formato es una de sus principales ventajas, ya que permite la recopilación de cientos de archivos en un solo CD (y hasta miles en un DVD), donde habitualmente se almacenaba apenas una o dos decenas de temas. Por otra parte, la calidad de sonido para el oído humano es más que aceptable. En estos factores radican fundamentalmente las ventajas por las cuales se ha popularizado con tanta rapidez el formato.
Adquirir música hoy en día es más sencillo y mucho barato que antes. Es precisamente en este mismo punto donde radica la principal crítica o desventaja con respecto a la forma tradicional de escuchar música.
Antaño comprarse un LP no era solamente adquirir la posibilidad de escuchar unos cuantos temas, sino que también significaba tener un arte de tapa y, en muchos casos, un librito con las letras de las canciones, imágenes de los músicos, “un” disco, único, tangible, “finito” y, por sobre todo, original. Era un disco que uno se podía cansar de escuchar una y otra vez, que se redescubría en cada escucha, que se asimilaba como un todo y que jamás se confundía con otro. Era un disco con “identidad”.
En la actualidad, y como paradigma de la sobreinformación que caracteriza a nuestras sociedades, nos encontramos con millones de temas musicales en MP3 merodeando en todas partes. La discografia completa de los Beatles dentro del mismo CD donde almacenamos los últimos hits de la cumbia villera y unas decenas de ritmos centroamericanos que suenan en la radio. Una especie de promiscuidad de la información que difícilmente algún cerebro puede llegar a asimilar cabalmente.
La tendencia del consumidor de estos bienes culturales parece ser la de la mimetización con los productos que consume. Uno se torna un ser ecléctico y carente de identidad al mismo tiempo que las pilas de CD’S que juntan tierra en la discoteca y que aguardan ser descubiertos algún día.
Otra consecuencia que se desprende del fácil tráfico del MP3, principalmente vía Internet, es la reproducción masiva de obras piratas que tiene a maltraer a las discográficas. Aunque por tratarse de un delito se podría ver en la piratería una desventaja o un efecto negativo para la sociedad, hay quienes defienden y hasta fomentan esta distribución indiscriminada del material, sobre todo a través de la web. Algunos con el argumento del libre acceso a la información, otros porque ayuda a la difusión. Pero en este caso, la culpa no es del MP3, sino de quién lo difunde y cómo lo difunde, por lo que no viene al caso explayarme al respecto.
MPEG-1 Audio Layer 3, más conocido como MP3, es un formato de audio digital comprimido (con cierta pérdida de calidad en equipos de alta fidelidad) desarrollado por el Moving Picture Experts Group (MPEG) para formar parte de la versión 1 (y posteriormente ampliado en la versión 2) del formato de vídeo MPEG.
1 comentario
Cátedra -
Con respecto a la identidad, revisar ese concepto.
En términos grales está bien. Buena utilización de recursos de escritura digital multimedia.(enlaces, imágenes)