De la radio afición a la compu afición
El video anterior muestra como un usuario ordinario puede, en pocos pasos, construir su propio ordenador. Con sólo algunos elementos básicos, un presupuesto no muy elevado y algo de dedicación, un individuo no experto puede armar una PC a su medida.
En la actualidad, no es fácil encontrar un artefacto que presente este aspecto sociotécnico. La mayoría de los aparatos tecnológicos que manipulamos cotidianamente son adquiridos ya armados y tienen escasa posibilidad de ser actualizados, modificados o personalizados (a nivel de hardware) por los usuarios corrientes. Pensemos en los televisores, los reproductores de audio y video, los dispositivos de telefonía móvil, etc. Prácticamente a nadie se le ocurriría armar y desarmar estos dispositivos sin una instrucción técnica previa.
Pero si viajamos unos años atrás, nos encontramos en las década del 30 y 40 y el boom de la radio afición (de tipo artesanal) en nuestro país. Por esos años, los radiotransmisores/receptores eran importados y muy costosos, por lo que eran accesibles sólo para sectores sociales exclusivos (en la Buenos Aires de 1920, no había mas de medio centenar de aficionados).
Poco a poco, mediante la difusión de revistas especializadas y reuniones de gente interesada en el tema, muchas personas comenzaron a fabricar sus propios receptores de radio con unas pocas piezas compradas por separado y, muchas veces, fabricadas en forma casi artesanal.
De esta manera, en Argentina fue aumentando no sólo el número de radioescuchas, sino de pequeños “técnicos”, cuya educación formal generalmente no se relacionaba con la técnica, pero que encontraban algo más que un hobby en ese arte de fabricar sus radios.
Hasta fines de la década de los 50, los radioaficionados, en general, construían sus propios equipos y antenas, operando sus estaciones en amplitud modulada y telegrafía. A principios de los 60 se implementó la comunicación en banda lateral única y en frecuencia modulada.
Coincidente con los años últimos indicados, se produjo una verdadera revolución en los equipos electrónicos, derivada de la implementación de los semiconductores y circuitos integrados, la que generó que los equipos fueran de tales características de diseño y complejidad, que hizo difícil que los radioaficionados pudieran por si mismos, continuar construyendo sus equipos.
De lo expuesto anteriormente, es posible trazar algunos paralelismos entre aquellos años de oro de la radio y la computación de hoy en día.
- En ambos casos, adquirir equipos de marca, importados y ya armados supone un costo muy elevado para el bolsillo medio de los usuarios.
- Tanto la radio afición como la computación generaron, paralelamente, un mercado de revistas semi-especializadas (con las últimas novedades en el tema) y un mercado de “partes”, accesible para los sectores más populares que se acercaban al hobby.
- En ambos casos, se marca una brecha entre los simples “usuarios” de estos aparatos y aquellos que, gracias a cierto “know how”, van un poco más allá del uso pasivo y pueden sacar mayor provecho de los últimos adelantos en la materia. También se establece una relación diferente entre el usuario ordinario y su PC o radiotransmisor (como simple herramienta adquirida) y el usuario autodidacta que utiliza un artefacto que, de alguna manera, es “su creación”.
- Aquellos pioneros que antaño comercializaban sus radiotransmisores artesanales, hoy podrían estar representados por aquellos que compran las computadoras por partes (importadores por ejemplo) y las arman para su posterior comercialización.
- Lo que en algún momento significaron las comunidades de radioaficionados, hoy, gracias a la comunicación masiva que permiten los foros en la web, se ven reflejadas en los millones de usuarios que, con diferentes grados de conocimiento, intercambian opiniones y experiencias sobre temas relacionados a la informática.
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